viernes, 29 de julio de 2011

diario 1.10.11

La guerra de los sexos es más una paz armada. Después de pensarlo bien, he llegado a la conclusión de que no hay guerra de los sexos. Y si la hay no es el amor el campo de batalla.

El amor que es lo más puro que hay en ti parece que engaña cuando se nos dice porque nos hace sentirnos débiles y necesitados; pero tienes que seguir luchando por ti. Es lo más bonito ver una persona noble entregada a ti, y por eso me emociona más, nunca me había pasado. Y ahora mismo parece que estuviera en el séptimo cielo. No te dé miedo en la distancia, yo necesito tambien mucha distancia para poder escribir, pero eso no me separa de ti sino al contrario, me une más. Tremendas palabras éstas porque un hombre entregado así es muy peligroso, es mejor tenerlo o poseerlo cuando es fuerte y decidido, aunque entonces tengamos la sensación de que no lo poseemos del todo. Pero tan entregado también es capaz un día de no querer mirarse a sí mismo, porque era una persona que venía de haber sido abandonada de otra relación, porque tal vez había dolor, alguna criatura, y entonces es posible que no podamos afrontar o tener capacidad de entender a esta persona que nos exige tanto, sobre todo para estar a esa altura de afrontar una realidad compleja a nivel de sentimientos.

A veces hemos querido realizar por la razón el delirio, otras veces también hemos tomado a nuestro cargo desengañar al hombre, pero por lo mismo lo que hemos hecho es imbuirle resignación, adormilarle en su desesperación. Siempre en verdad habrá este matiz, especialmente si se toman algunas de sus especies extremas, tal como la razón de la esperanza, o el sueño del despertar. Porque hay algo previo: el querer desnacer o el querer renacer. Hay razón o delirio del desnacer y del renacer. Y es que Razón y Delirio o Ensoñación no se distinguen del todo, por ser el uno depositario de su esperanza y la otra de su amargo despertar. En este caso Diotima pensó que estas palabras se las debía a María Zambrano, nuestra pensadora fiel al alma y al amor por encima del deseo.

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